En marzo se cumple mi décimo año en la Gran Ciudad. Llegué después de haber vivido en ciudades de menos de un millón de habitantes y acostumbrarse no fue fácil. Si vienes a vivir a Lima tendrás que acostumbrarte a algunas cosas.
Las distancias son subjetivas
Qué queda «cerca» y qué queda «lejos» es algo muy subjetivo. Las distancias no se miden en kilómetros sino en el tiempo que nos toma el recorrerlas. En una ciudad tan poblada como Lima las distancias son grandes y lo que se considera lejos o cerca depende de dónde vives y dónde trabajas. Si vives en un distrito con acceso a la mayor parte de servicios y comodidades puede que llegar a un lugar te tome a lo mucho una hora. Si vives en un distrito que no cuenta con todos los servicios y comodidades, eso probablemente signifique que vives lejos de los centros laborales, por lo que llegar a un lugar (sirviendote de transporte público) probablemente te tome como mínimo una hora. Para una persona una hora en el transporte público es totalmente razonable, para otra media hora es razonable y una hora es el máximo. Como regla general pasarás como mínimo cuarenta minutos diarios en el transporte (sea privado o público) al menos que trabajes a una distancia peatonal de tu vivienda (situación muy inusual).
¡Cuídate la espalda! Las 7 reglas para sobrevivir en Lima
La inseguridad es el común denominador en la ciudad aunque en mi opinión la percepción de inseguridad es superior a la inseguridad real. En cualquier caso, la seguridad varía por distritos, y dentro de los distritos por zonas. Hay zonas muy tranquilas y zonas que son conocidas por sus altos índices de criminalidad. Los limeños han desarrollado una serie de criterios para evitar ser víctimas de la criminalidad, no todos siguen todas estas reglas pero cada una de estas reglas es seguida por al menos un@ amig@ mí@:
- Cuidar nuestras cosas. Regla comunmente seguida, implica siempre tener tus cosas a las vista o frente tuyo y nunca muy lejos. Al caminar por la calle puede implicar agarrar tu cartera con fuerza.
- No dormir en el autobús. Hay muchas personas que no duermen en el autobús (a pesar del largo tiempo que pasan en el transporte) para poder observar sus posesiones durante todo el viaje.
- No usar taxis. Es más común en chicas y surge del temor que tienen de estar involucradas en una situación de violencia no sólo por un robo sino en un contexto sexual. Prefieren usar transporte público pues creen que es más seguro.
- Observar atentamente la ruta que toma el taxi. Esto se hace para darse cuenta si el taxista te está secuestrando.
- No caminar solos de noche. Regla comunmente seguida, especialmente si se vive en una zona de alta criminalidad.
- Evitar zonas de alta criminalidad. Regla comunmente seguida cuando la persona se lo puede permitir (a veces hay que transitar por estas zonas a pesar de los temores).
- Llevar poco dinero en efectivo. Regla comunmente seguida.
Estas medidas pueden parecer exageradas pero recuerden que en Lima la pregunta no es «¿Alguna vez te han robado?», la pregunta es «¿Cómo fue la primera vez que te robaron?».
El distrito sí importa
Las divisiones administrativas de Lima son una locura. Cada distrito es en gran medida independiente administrativamente, como si fuese una ciudad, lo cual resalta aún más las diferencias socioeconómicas entre los distritos. El acceso a servicios y a seguridad varía mucho por distritos. Además, el vivir en cierto distrito te da un status que otros distritos no te los dan. Las zonas top: San Isidro, Miraflores, La Molina, Santiago de Surco (hasta cierto punto) «suenan bien» en tu cv y cuándo cuentas dónde vives. Además de lo anterior, el distrito importa por la distancia que tendrás que recorrer desde tu hogar hasta le empleo.
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